viernes, 8 de marzo de 2013

El principio de polaridad


“Todo es doble; todo tiene dos polos; todo,
su par de opuestos: los semejantes y los
antagónicos son lo mismo; los opuestos son
idénticos en naturaleza, pero diferente en
grado; los extremos se tocan; todas las
verdades son semiverdades; todas las
paradojas pueden reconciliarse”
EL KYBALION.

Este principio encierra una gran verdad de que todo es dual; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos, afirmaciones que son de otros tantos axiomas herméticos.
Explica y dilucida las antiguas paradojas que han dejado perplejos a tantísimos investigadores, y que literalmente decían:”La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza, defiriendo solo en grado”,” los opuestos son idénticos en realidad, diferenciándose en realidad ,diferenciándose en su gradación”;”los pares de opuestos pueden reconciliarse, los extremos se tocan”;”todo es y no es al mismo tiempo”; “toda verdad nos es mas sino media verdad”;”toda verdad es medio falsa”, etc. Este principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los opuestos no son en realidad sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. El calor y el frio, aunque opuestos son realmente la misma cosa, consistiendo la diferencia simplemente, en diversos grados de aquella. Mirad un termómetro y tratad de averiguar dónde empieza el calor y donde termina el frio. No hay nada que sea calor absoluto en realidad, indicando simplemente ambos términos, frio y calor, diversos grados de la misma cosa, y que esta se manifiesta en esos opuestos, que no son más que los polos de eso que llaman calor, o sea, la manifestación del principio de polaridad que nos ocupa. El mismo principio se manifiesta en la “luz” y la “oscuridad”, las cuales en resumen no son sino la misma cosa, siendo ocasionada la diferencia por la diversidad de grado entre los dos polos del fenómeno. ¿dónde termina la oscuridad y donde empieza la luz?¿cuál es la diferencia entre grande y pequeño?¿cual entre dúo y blando?¿cual entre blanco y negro?¿cual entre alto y bajo?¿cual entre positivo y negativo? El principio de polaridad explica esta paradoja. El mismo principio opera de idéntica manera en el plano mental. Tomemos por ejemplo el amor y el odio, dos estados mentales completamente distintos aparentemente, y notaremos que hay muchos grados entre ambos; tantos, que las palabras que nosotros usamos para designarlos
,”agradable” y “desagradable”, se esfuman una en la otra, hasta tal punto que muchas veces somos incapaces de afirmar si una cosa nos causa placer o disgusto. Todas no son más que gradaciones de una misma cosa, como lo comprenderéis claramente por poco que meditéis sobre ello. Y aun más que esto, es posible transmutar las vibraciones de odio por vibraciones de amor, en la propia mente y en la mente de los demás, lo que es considerado como lo mas importante por los hermetistas. Muchos de los que leéis esta paginas habréis tenido experiencias en vosotros mismos y en los demás de la rápida e involuntaria transición del amor al odio y viceversa. Y ahora comprenderéis la posibilidad de efectuar esto por medio del poder de la voluntad, de acuerdo con las formulas herméticas. El “bien “y el “mal” no son sino los opuestos de una misma cosa, y el hermetista comprende y conoce perfectamente el arte de transmutar el mal en el bien aplicando inteligentemente el principio de polaridad. En una palabra, el arte de polarizar se convierte en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los antiguos y modernos maestros herméticos. La perfecta comprensión de este principio capacita para cambiar la propia polaridad, así como la de los demás, si uno se toma el tiempo y estudia lo necesario para dominar este arte.  

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