“Como arriba es abajo; como abajo es
arriba”.
Este principio encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, y el antiquísimo axioma hermético se refiere precisamente a eso, y afirma:” Como arriba es abajo, como abajo es arriba”, y la comprensión de este principio da una clave para resolver muchos de los mas oscuros problemas y paradojas de los misterios secretos de la Naturaleza.
Hay muchos planos que no conocemos, pero cuando aplicamos esa ley de correspondencia a ellos, mucho de lo que de otra manera nos seria incomprensible se hace claro a nuestra conciencia. Este principio de aplicación universal en los diversos planos, mental, material o espiritual, del Kosmos: es una ley universal. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como uno de los más importantes auxiliares de la mente, por cuyo intermedio se puede descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vista. Su aplicación puede desgarrar un tanto el velo de Isis, de tal manera que nos permita ver, aunque no sea mas que algunos de los rasgos de la Diosa. De igual manera que conocer los principios de la geometría habilita al hombre para medir el diámetro, la órbita y movimiento de las mas lejanas estrellas mientras permanece sentado en un observatorio, así también el conocimiento del principio de correspondencia habilita al hombre a razonar inteligentemente de lo conocido a lo desconocido; estudiando la monada se llega a conocer al arcángel.
Este principio encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, y el antiquísimo axioma hermético se refiere precisamente a eso, y afirma:” Como arriba es abajo, como abajo es arriba”, y la comprensión de este principio da una clave para resolver muchos de los mas oscuros problemas y paradojas de los misterios secretos de la Naturaleza.
Hay muchos planos que no conocemos, pero cuando aplicamos esa ley de correspondencia a ellos, mucho de lo que de otra manera nos seria incomprensible se hace claro a nuestra conciencia. Este principio de aplicación universal en los diversos planos, mental, material o espiritual, del Kosmos: es una ley universal. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como uno de los más importantes auxiliares de la mente, por cuyo intermedio se puede descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vista. Su aplicación puede desgarrar un tanto el velo de Isis, de tal manera que nos permita ver, aunque no sea mas que algunos de los rasgos de la Diosa. De igual manera que conocer los principios de la geometría habilita al hombre para medir el diámetro, la órbita y movimiento de las mas lejanas estrellas mientras permanece sentado en un observatorio, así también el conocimiento del principio de correspondencia habilita al hombre a razonar inteligentemente de lo conocido a lo desconocido; estudiando la monada se llega a conocer al arcángel.
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