miércoles, 6 de marzo de 2013

La máxima de la humildad


Siguiendo con las máximas de la brujería , hoy escribiré sobre la máxima de la humildad.
La humildad es la antítesis,no del orgullo sino de la vanidad. La vanidad es el amor a nosotros mismos, hasta el extremo de rendirnos una especie de culto. Nos acusan a veces de ser egoístas en nuestras actitudes religiosas, porque una de nuestras normas fundamentales es la de" conoce te a ti mismo"cuando la verdad es que la mayoría de nosotros no somos egoístas, sino que aprendemos a ser conscientes de nosotros mismos.
Nosotros no nos erigimos en jueces de los demás, por muchos que sean sus malos hábitos  Creemos en la reencarnación como medio de corregir estas malas tendencias en sucesivas etapas. Por eso cuando oímos o vemos que tal persona es "mala" sabemos que se haya en un grado inferior de evolución  No nos consideramos mejores ni mas virtuosos que esa persona,la cual puede suceder que aun conserve, bajo una apariencia humana,reminiscencias de una vida animal. Nosotros solo tenemos la ventaja de haber evolucionado mas deprisa, aprovechando lo aprendido en encarnaciones anteriores.
También manifestamos nuestra humildad reconociendo que el "malo"puede haber sido cualquiera de nosotros hace millares de años.
Prestar ayuda a otra persona, sin juzgarla ni hacerle recriminaciones, debe ser siempre labor primordial de quienes practicamos la brujería.
bibliografia:Arte completo de la brujería de Sybil leek.

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